miércoles, 25 de mayo de 2011

La historia de la deuda pública global y sus consecuencias


La historia de la deuda pública es la historia misma del poder: la forma en que se ha ganado y también cómo se ha perdido. La arrogancia, los sueños y las fantasías del poder, siempre han conducido a los hombres a disponer de los recursos de los demás, sea en la esclavitud, en la colonización, o en los planes para consolidarse en el poder. Varios momentos de la historia dan cuenta del sorprendente auge de la deuda producto de las guerras y el costoso derramamiento de sangre. Pero nunca se había visto un nivel de endeudamiento tan elevado en tiempos de paz, como los producidos desde 1980 en adelante. La gráfica muestra la deuda de Estados Unidos y su aceleración desde los años 80. Nunca la deuda había crecido a niveles que amenazaran la estabilidad política y la calidad de vida futura.
El tema de la deuda no es nuevo. Lo nuevo es la forma en que hoy los acalorados debates proclaman como única salida con recortes presupuestarios que están hundiendo aún más a la economía mundial. Coludidos con las agencias calificadoras de riesgo y con los tenedores de bonos, se pretende hacer creer que los actuales niveles de endeudamiento son el umbral de la próxima crisis. Se olvidan que el colapso de la deuda es una consecuencia directa de la crisis que generó la burbuja, en décadas de falso crecimiento alentadas justamente por la deuda. En esa etapa de la plata dulce y el consumismo fácil, nadie se ocupó de atender la deuda y considerar sus desastrosas consecuencias. ¿Por qué hacerlo ahora tras el estallido de la burbuja?
Hasta antes de la crisis, a toda persona que hablara de los peligros del abultado endeudamiento lo acusaban de pesimista y agorero. Y ahora, cuando los gobiernos deben endeudarse para luchar contra la crisis, se cierran todos los mecanismos de crédito incluso de las instituciones que deberían velar por la estabilidad económica mundial. La historia se repite con exactitud implacable y se sabe que una crisis financiera originada por un abultado apalancamiento puede tardar una década entera en normalizar la actividad económica. Una década que marca la necesaria transición entre el pasado y el futuro.
Pero sólo una de las medidas es hoy plausible y deseable: el crecimiento. Una economía en crecimiento (lo que aumenta los ingresos fiscales) permite la absorción de la deuda y restablece la sostenibilidad de las finanzas públicas. A continuación, puede reanudar el flujo de préstamos y animar a un mayor crecimiento de la economía. Los gobiernos responsables no pueden financiar sus gastos con los préstamos, y deben realizar sus inversiones en un nivel que sea sostenible, es decir, que se puedan pagar.
A comienzos de año, en España se ha comenzado una batalla tensionada por los problemas de la deuda, el desempleo y el decrecimiento con deflación son los pasos de esta nueva fase de la crisis que implicará recortes sea cual sea el gobierno de turno.
El estallido de la burbuja de crédito a nivel mundial no sólo condujo a la primera gran recesión desde la década de los años 30, sino que también dejó una enorme carga de deuda que pesa sobre los objetivos de la recuperación económica en su conjunto. Se pensó que el problema de la crisis era algo totalmente transitorio y que bastaba con inyectar liquidez a los mercados para que todo comenzara a fluir tal como antes del estallido de la crisis. Si bien hoy todas las discusiones se centran en los posibles mecanismos que ayuden a impedir crisis similares en el futuro, lo cierto es que se ha avanzado muy poco a nivel global para superar la crisis del presente. Es como dar instrucciones de dieta alimenticia a un paciente que aún se encuentra en estado de coma. Gran parte de este flagelo responde al mezquino sinceramiento con que se ha enfrentado el tema, en el cual han primado intereses individuales por sobre los intereses colectivos.
En el caso de la deuda española, el año pasado Global McKinsey Institute presentó una importante investigación en la cual dio cuenta del abultado crecimiento de la deuda y del sobreapalancamiento financiero en los años previos a la crisis.
Frente a esa deuda, originada principalmente por la banca y el sector privado, se pretende pasar factura a todos los ciudadanos. El desempleo global, no sólo en España, se encuentra en los niveles más elevados de las últimas dos décadas, y hasta que no se comprenda que el trabajo productivo es el tema central de la economía, la economía seguirá por el camino que se instauró hace treinta años: el despeñadero.
Como se menciona tenemos una deuda que no hemos alcanzado en tiempo de guerra, siendo en un ambiente de paz, todo por descuidar la deuda mientras teníamos un crecimiento falso, solo se puede solucionar esta deuda con una política fiscal expansiva y así impulsar al crecimiento económico, y que vaya disminuyendo el desempleo y así poder salir de la crisis y del endeudamiento según los expertos.
Yo creo que de la crisis podremos salir, por ejemplo reduciendo autonomías, las subvenciones a la cultura como son los premios por vender libros, las subvenciones a las guerras, ahorrándose  un porcentaje del PIB.

Fuente:  http://bit.ly/kBr9g6


martes, 24 de mayo de 2011

La corrupción no se ve como el deterioro de lo público, según los expertos

Apenas importa que sea una cuestión de enriquecimiento personal o de beneficio para el partido que representan. Es lo mismo que se trate de una maniobra urbanística que de adjudicaciones de servicios públicos. La corrupción no pasa factura.

Todos los expertos, y las encuestas, coincidían en que la que se considera como un cáncer en el sistema democrático no iba a ser una cuestión determinante en los resultados electorales. Y las previsiones se cumplieron. Pero ¿cómo se explica que los ciudadanos no castiguen actitudes que deterioran lo público?

Tras el análisis de los resultados electorales, catedráticos y profesores de Opinión Pública, Politología y Sociología, coinciden en que la corrupción no es clave en unos resultados electorales. Y a la vista está. Sin embargo, respecto a las causas, los argumentos varían.

- Cuestión ajena.

Miguel Anxo Bastos Boubeta.



El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago, Miguel Anxo Bastos, considera que a la hora de emitir un voto, el ciudadano no tiene en cuenta la corrupción como cuestión determinante en su decisión sino que se fija más en la gestión "porque no son incompatibles". Apunta que los electores ven la corrupción como "ajustes de cuentas" entre miembros de un mismo partido o entre contrincantes políticos.

Susana Corzo

En el mismo sentido, Susana Corzo, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Granada, esgrime que el castigo en las urnas no llega porque los electores no la conciben como uno de los principales problemas, sino como un instrumento electoral para desprestigiar al adversario político. De esta manera, la politóloga advierte de que se terminan normalizando las acusaciones y el ciudadano presta más atención a conflictos que le afectan de forma más directa, como el desempleo o la crisis. 


El sociólogo José Miguel Iríbar cree que más que ajena se ve como algo lejano y, en el fondo "como algo que haría cualquiera y, por lo tanto, se castiga menos". "No hay conciencia del deterioro de lo público", añade. Manuel Villoria, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos, coincide en esta percepción. "Los ciudadanos no se sienten víctimas directas sino que lo ven como daños a la sociedad en general, no piensan que hayan perdido de su cartera", dice, "En cambio, la crisis sí se ha reflejado en su voto", añade.

- Castigo. 


El catedrático de Opinión Pública en la Universidad Complutense de Madrid, Fermín Bouza, lo tiene claro: "La corrupción en España no quita ni un voto, a la gente no le importa". Y, aún admitiendo lo exagerado de su afirmación, explica cómo en 1995 el PSOE no perdió las elecciones por los casos Roldán y GAL sino, "como ha ocurrido ahora, por el paro". Sin embargo, el profesor de Sociología de la Universitat de Valencia, Josep Pérez, cree que el castigo sí ha existido, aunque en una escasa medida, y traducido en el incremento de los votos nulos y en blanco. Así lo interpreta de los resultados registrados en la Comunidad Valenciana, una de las más marcadas por la corrupción, donde la suma de estos alcanza casi el 5%. Manuel Villoria sostiene que para que un partido sea castigado se precisa de una alternativa. En caso contrario, se opta por la abstención y el voto a partidos minoritarios y pone como ejemplo lo ocurrido en algunos municipios de la Comunidad de Madrid, vinculados al caso Gürtel (http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_G%C3%BCrtel), en la que listas de independientes "que han hecho de la lucha contra la corrupción su bandera", han obtenido muy buenos resultados.


- La cuestión judicial. 


Susana Corzo rechaza que las acusaciones de corrupción terminen por decidir el voto de los ciudadanos porque los vecinos piensan que no son ellos quienes tienen que juzgar, que determinar la responsabilidad, sino los jueces. Achacar esta conclusión a los electores es, para Bouza, otorgarles una racionalidad que no asigna a la mayoría de los ciudadanos. Para Josep Pérez, la lentitud de la justicia se traduce en una apreciación de "impunidad judicial".

- Diferentes corruptelas. Para la profesora de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Granada Susana Corzo sí hay diferentes actitudes ante los casos. Según apunta, si los acusados son parte de la comunidad o si la consecuencia de la corrupción tiene algún efecto beneficioso en la población, como la construcción de algún servicio común (un polideportivo u otra instalación municipal), los ciudadanos suelen ser más tolerantes que con aquellos casos en los que se produce un enriquecimiento personal o del partido político. Y mantiene que el perdón en las urnas no solo se otorga a los acusados de corruptelas delictivas sino que también ocurre con el transfuguismo. "No pasa ni en Galicia ni en ningún sitio", afirma. Para Fermín Bouza la corrupción que no se perdona es la moral, "las mentiras", apunta, "porque se identifica con las ideas".

Por lo que podemos comprobar que es mayoritariamente el pensamiento que la corrupción no lo vemos que sea perjudicial para nosotros como lo es la crisis y el paro que son conceptos que nos afectan directamente, por lo que sí influye sobre nosotros a la hora de votar, no como el caso de la corrupción que también nos afecta pero nosotros nos no damos cuenta al no vivirlo en primera persona.

Fuente: http://bit.ly/ltpLry

sábado, 21 de mayo de 2011

Actividad de clase: reflexión sobre el PLE

¿Cómo has empleado las herramientas de Internet que hemos utilizado en clase (Facebook, Twitter, blogs, wikis como Descuadrando)?

Las he utilizado con mayor medida Facebook y Twitter, para ver información sobre la asignatura y también he aprendido, que gracias a estas herramientas puedo estar informada de lo que a mí me interese durante las 24 horas al día.







 Respecto el blog y Descuadrando no lo he utilizado mucho, pero eso no quiere decir que no los vea adecuados, porque cuando necesite tener información sobre contabilidad, la empresa, etc, puedo meterme en Descuadrando para resolver mis dudas por lo que es una fuente fundamental de información y con el blog puedes publicar en internet lo que quieras, por lo que si quieres que todo el mundo vea lo que tú quieres, me parece perfecto, lo veo también bastante útil, aunque no los utilice muy a menudo.



¿Utilizas otras herramientas de Internet, al margen de las vistas, que sean útiles para tu aprendizaje?

La verdad es que no, reconozco que yo antes no utilizaba ninguna de esas herramientas, pero desde que veo que pueden ayudarme y mantenerme informada cuando lo necesite, las veo muy útiles.

¿Para qué fines  consideras que estas herramientas de Internet te pueden ser de utilidad?

Como anteriormente e indicado, la finalidad es mantenerme informada sobre lo que me gusta, sobre noticias, que se van actualizando las 24 horas del día y para buscar yo la información que necesite para cualquier aspecto.

¿Qué ventajas e inconvenientes tienen?

El inconveniente es que necesitas internet  para poder conectarte a estas herramientas, y las ventajas de la cantidad de información que tienes accesible.

¿En qué medida condiciona expresar tu opinión en el blog el hecho de saber que es un contenido que está accesible a otras personas en Internet? ¿Te motiva o te desmotiva a hacerlo?

A mí no me condiciona negativamente, si no al contrario, si quieres expresar información sobre tu opinión en algo o quieres publicar cualquier contenido es una herramienta muy útil.

¿De qué manera se podría mejorar la actividad para otros años? Sugerencias.

En mi caso como veía que la asignatura tenía muchas herramientas en internet al principio, me agobié, porque no las utilizaba, en mi fue motivación hacia esas herramientas.